Buenas!!
Ya sé que os sonará un poco raro, pero de verdad que el sabor de la remolacha en estos brownies da un resultado….. Quedan muy húmedos por dentro y con un leve sabor a remolacha que combina muy bien con el sabor intenso del chocolate.
Con esta receta que os voy a dar salen un montonazo, dependiendo del tamaño al que los cortéis, pero hay más o menos como para unas 14 o 15 raciones. Si no queréis hacer tantos, solo tenéis que reducir proporcionalmente las cantidades de los ingredientes.
Vamos con ellos:
- 100 grms de harina
- un paquete de remolachas cocidas envasadas (yo utilicé uno de Mercadona que tenía unos 450 grms)
- 30 grms de cacao en polvo sin azúcar
- 120 grms de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
- 200 grms de chocolate negro para fundir
- 250 grms de azúcar
- 1 cucharadita de esencia de vainilla
- 3 huevos
Primero precalentamos el horno a 180 grados y engrasamos un molde con mantequilla de unos 15 x 20 cms. Si utilizáis uno más grande os quedarán más finitos y tardarán menos en hacerse. A mí, como veis en las fotos, me quedaron bastante altitos.
Escurrimos bien la remolacha, la trituramos con la «minipimer» y reservamos. Derretimos el chocolate y lo dejamos templar. En un bol batimos bien este chocolate templado , la mantequilla y la vainilla hasta que nos quede una masa de textura suave.
A parte batimos el azúcar con los huevos hasta que cojan consistencia y palidezcan los pobres. Añadimos la mezcla de chocolate derretido y mezclamos.
Ahora le toca a nuestro ingrediente estrella, que teníamos apartado y hecho puré. Lo echamos a la mezcla anterior e integramos todo mezclando con una cuchara de palo o similar.
Solo falta añadir el cacao y la harina, removiendo con la misma cuchara con cuidado.
Vertemos la masa en nuestro molde engrasado y horneamos unos 30 minutos. Por si acaso pinchamos nuestro palillo en el brownie para asegurarnos que está hecho antes de retirarlo.
Lo sacamos del horno y lo dejamos enfriar antes de desmoldar. Una vez desmoldado yo corté algunos con un molde de corazón.
A mí me gusta tomármelos templados al poco de salir del horno pero también es verdad que a mí el dulce me gusta caliente. Si no, los podéis enfriar en la nevera antes de servir.
Este ingrediente es bastante sorprendente pero me ha encantado el «regusto» que le da. A los niños no les dije nada y no lo notaron, les encantó. También podéis reducir un poco la cantidad de puré de remolacha para que le dé un toque más sutil ,si queréis que se perciba menos el sabor, pero a mí no me resultó excesivo para nada.
Si probáis a hacerlo me contáis.
Gracias por cada comentario que me enviáis y por estar por aquí cada día!!!
Besos
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Buenas!!
Hoy me paso a dejar mi aportación para Halloween de este año. Esta vez son unos brownies de chocolate y limón. Esta receta la tenéis también en la última edición de la revista SweetCrew Magazine para la que colaboro.
Me encantan los brownies y el chocolate y comérmelos nada más salir del horno calentitos…..
Estos brownies de chocolate además de estar buenísimos nos pueden servir para hacer multitud de formas con los cortadores una vez fríos. Y como Halloween se acerca, nada mejor que emular un cementerio con sabor a chocolate para celebrarlo. Utilizaremos nuestro brownie cortado en rectángulos para crear las tumbas y derretiremos chocolate blanco para hacer los esqueletos que las habitarán.
Toda la repostería norteamericana me vuelve loca y los brownies de todos los sabores y colores son mi perdición, junto a las tartas de queso, los helados con infinidad de toppings, gofres calientes, pancakes…… En fin….
Vamos a por la receta y todo lo que necesitaremos para ella.
Ingredientes para la masa unas 8 tumbas (dependiendo del tamaño que las hagáis):
- 200 grms de azúcar moreno
- 200 grms de chocolate negro en tableta, lágrimas o pepitas
- 150 grms de harina
- Una cucharadita de esencia de limón (si no tenéis pasáis de largo)
- La ralladura de un limón pequeño
- 180 grms de mantequilla sin sal
- 3 huevos
Ingredientes para los esqueletos:
- Unos 150 grms de chocolate blanco en tableta, lágrimas o pepitas.
Lo primero que tenemos que hacer es precalentar el horno a 180 º y mientras, vamos preparando la mezcla. Engrasamos un molde cuadrado de unos 23 cms, poniéndole en el fondo papel vegetal para evitar que se nos pegue. A fuego lento derretimos el chocolate, azúcar moreno y mantequilla. Reservamos dejándolo enfriar unos 15 minutos.
En otro bol batimos las yemas con la harina, la esencia de limón y la ralladura de limón. Vertemos la mezcla de chocolate y removemos hasta que se integre.
A parte montamos las claras a punto de nieve. La incorporamos a la masa anterior con una cuchara de palo o similar para que baje lo menos posible.
Sólo nos queda verter nuestra masa en el molde, meterlo en el molde y esperar unos 25-30 minutos hasta que veamos que está firme. Lo sacamos y dejamos enfriar antes de desmoldar y cortar nuestras tumbas.
Desmigamos los recortes de las tumbas para imitar la tierra y cubrir los restos óseos.
Para los huesos derretí chocolate blanco y utilicé un molde en forma de esqueleto esperando a que solidificara bien antes de desmoldar.
Por último las lápidas son de papel comestible, así que también podrían ser engullidas si llega el caso.
¡¡Ya estamos preparados para poder hacer una dulce celebración halloweenera!!
Este finde voy a un curso con ChokoLate, así que ya os contaré todo lo que hacemos….
Miles de besos para todos!!
Repostería imaginativa 